Don Matthew Eya, párroco de San Carlo en la zona de Eha-Ndiagu, regresaba a su parroquia cuando los asesinos lo esperaron para matarlo. Es el enésimo acto de violencia contra un sacerdote católico. Mientras tanto, también se teme por la vida de otro religioso secuestrado por hombres armados hace unos días en una zona fronteriza con Níger.