15D: “La sangre derramada, jamás será olvidada”

15D: “La sangre derramada, jamás será olvidada”
15D: “La sangre derramada, jamás será olvidada”

Bajo la letra de Martina Portocarrero con su emblemática “Flor de retama”, el lunes 15 de diciembre (15D) se recordó tres años de la muerte de 10 ciudadanos ayacuchanos (en el sur del país) asesinados por el Ejército, durante la represión militar de 2022, luego del golpe de Estado en el que se encarceló al ex presidente Pedro Castillo. Entre Diciembre de 2022 y Marzo de 2023 alrededor de 1500 personas fueron heridas y 50 perdieron la vida.

El acto sirvió para mantener la memoria sobre la irracional pérdida de vidas humanas ocasionadas por el propio Estado, exigir justicia para delitos contra la vida e imaginar un proceso de reconciliación que aún no llega. “La búsqueda por justicia, memoria y reparación en Perú aún continúa” señaló la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) en su Facebook oficial.

Justicia que no llega

¡Justicia para los hermanos ayacuchanos” reclamaron diversos colectivos ciudadanos y de la Generación Z en la Plaza San Martín, desde donde se desplazaron en marcha pacífica hacia el Palacio de Justicia, flanqueados por efectivos de la Policía Nacional. En el frontis del palacio, realizaron un homenaje simbólico con velas y ataúdes con los nombres y fotos de los peruanos asesinados. La jornada terminó en el frontis del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

¡Presente! Gritaban los manifestantes al nombrarse cada ayacuchano caído: Josué Sañudo Quispe, Clemer Fabricio Rojas, Jhon Jennry Mendoza Huarancca, Luis Miguel Urbano Sacsara, José Luis Aguilar Yucra, Edgar Wilfredo Prado Arango, Raúl García Gallo, Christopher M. R.A., Leonardo David Hancco Chacka y Jhonathan Alarcón Galindo, ¡Presente!

Según el Ministerio Público, “el Equipo de Fiscales para casos con víctimas durante las protestas sociales formalizaron 18 investigaciones preparatorias contra investigados por las muertes y lesiones en agravio de 267 ciudadanos, ocurridas en el contexto de graves violaciones de los derechos humanos durante las protestas sociales registradas en el país, entre diciembre de 2022 y marzo de 2023. Estos casos comprenden a 154 miembros de la Policía Nacional y el Ejército del Perú”.

Las investigaciones se realizaron en los departamentos de Ayacucho, Puno, Apurímac, Arequipa, Lima, Selva Central, Ucayali y La Libertad, donde la represión dejó 50 muertos y 1500 heridos aproximadamente. Sin embargo, los familiares de las víctimas señalan que a tres años de los hechos, las investigaciones continúan sin resultados concretos.

Urgente un cambio de paradigma

El Perú carga una historia marcada por episodios recurrentes de violencia que han dejado profundas heridas en la sociedad. Desde tiempos anteriores a la invasión europea, pasando por el colonialismo, las guerras y el conflicto armado interno, hasta las recientes matanzas, la violencia ha afectado tanto a quienes exigían el respeto de sus derechos como a personas ajenas a los hechos, que perdieron la vida de manera injusta.

Cada uno de estos sucesos debilita el tejido social, vulnera la dignidad humana y alimenta el dolor, la indignación y el resentimiento. Cuando estas heridas no son atendidas, se abre paso a una espiral de violencia que se reproduce y crece en el tiempo.

Ante ello, se vuelve urgente optar por una justicia basada en la memoria, la verdad y la reparación. Comprender lo ocurrido en toda su magnitud, escuchar a las víctimas y reconocer nuestra humanidad compartida es indispensable para evitar que estos hechos se repitan. Solo así será posible reconstruir el tejido social y avanzar hacia un futuro común fundado en la dignidad, el diálogo, el bien común y la reconciliación.

Testigo presencial

“Ese 15 de diciembre, la Plaza de Armas de Ayacucho se vio abarrotada por aproximadamente 10 mil ciudadanos quienes nos movilizamos contra el golpe parlamentario que había encabezado esa mafia corrupta que hoy, y mañana seguiremos combatiendo, el Fujimorismo y todos sus aliados. Por eso, nuestros hermanos ayacuchanos, nuestros hermanos campesinos, trabajadores, estudiantes y universitarios, gritaron y clamaron ‘Democracia para el país y no dictadura’; ese fue el sentido de la movilización, para recuperar el Estado de Derecho que había sido roto por el Congreso mafioso que encabeza el Fujimorismo en nuestro país” señaló un testigo presencial de ese fatídico 15 de diciembre de 2022.

“Hoy hacemos un homenaje a nuestros hermanos asesinados y también a los sobrevivientes, a los heridos, que aún viven para contar la historia. Así que con dignidad seguiremos alzando nuestra voz de protesta, no nos van a callar; y lo hacemos para que las nuevas generaciones no vivan lo que a nosotros nos tocó vivir; para que todos recordemos a nuestros hermanos caídos y que se haga justicia” señalaban los manifestantes unidos en una sola voz… A lo lejos, se escuchaba “Flor de retama” como si el tiempo se hubiera detenido y su historia se repitiera una vez más.

 

Redacción Perú

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