¿Celebraciones? Octubre, octubre, octubre… un año más, nada que celebrar

Crímenes allá y acá, masacres entonces y ahora. En Abya Yala y en Palestina, en el Catatumbo, en el wadi Gaza o en cualquier otro lugar. Desde las montañas y hasta el mar. El 12 de octubre de 2025 habrán pasado 533 años del encubrimiento de esta tierra y más de 2 años del inicio del enterramiento de aquella otra.

¿Cómo celebrar la vida entre tanta muerte?

Todo cambia, que cantara Mercedes Sosa, pese a que nada ha cambiado.

Cambia, todo cambia / Pero no cambia mi amor / Por más lejos que me encuentre

Ni el recuerdo ni el dolor / De mi pueblo y de mi gente / Y lo que cambió ayer

Tendrá que cambiar mañana / Así como cambio yo / En estas tierras lejanas

Cambia, todo cambia.

La tierra pierde sus semillas y la sangre riega sus campos. No hay nada que celebrar, ni allá ni acá, ni ayer ni hoy, ni tal vez mañana. Los encubridores y colonizadores esquilmaron la naturaleza y aniquilaron casi toda su población. Los capitalistas y los sionistas destruyen la tierra, arrasan su cultura y están masacrando al pueblo palestino.

Nada está a salvo de las balas de la codicia, nada. Ni siquiera la vida, la justicia, la esperanza o la ilusión. Todo cae bajo las armas de la intolerancia, todo. No se salva la madre, con sus nanas y sus cariños; ni la niña, con sus risas y sus rizos; ni la maestra, con su pasión y sus libros.

En estas tierras, arrasadas por la ambición, no se salva nada, ni siquiera un salmo o una oración, ni sus dioses, ni su religión.

Pero ahí seguimos: En la juntanza, soñando la vida digna. En la sumud, defendiendo la esperanza. En la calle, pidiendo la paz.

Nada que celebrar, doce de octubre de cualquier año. Sin más.

12 de octubre, a las 14:30

Han caído árboles genealógicos enteros, no personas, ni ramas. El árbol se derrumba con todos en su fuero y Gaza se transforma en un páramo, un cementerio abierto que se extiende desde las puertas de la Liga Árabe hasta el podio de las Naciones Unidas, y miramos nuestras tumbas en silencio, en pesadez, en sumisión a Dios.

13 de octubre, a las 12:15

Hoy es viernes. No ha pasado una semana. Ha sido un largo día dividido en decenas de mártires y heridos y mucha muerte, y no sabemos qué estamos esperando.

13 de octubre, a las 20:13

Aquí sobrevivimos, por el momento: el instante en el que ponemos Me gusta a una publicación, el instante en el que apagamos la alarma, el instante en el que llamas a tu hijo, puedes llamar y puede que no haya respuesta, ¡la muerte es mucho más rápida!

15 de octubre, a las 17:19

Ese sonido que escuchamos es el sonido de la muerte que ha pasado por encima de nosotros para elegir a otro. Seguimos vivos, escuchamos la muerte de otros que conocemos, y decimos: Gracias a Dios, el último sonido que escucharon no fue el sonido del misil. Quienes escuchan el sonido del misil sobreviven. Estamos vivos hasta nuevo aviso.

15 de octubre, a las 20:47

Estamos arriba, construyendo una segunda ciudad: médicos sin pacientes ni sangre, profesores sin hacinamiento y sin gritos a los estudiantes, nuevas familias sin dolor ni tristeza, periodistas fotografiando el paraíso y poetas escribiendo sobre el amor eterno. Todos ellos desde Gaza, todos ellos. En el cielo, está surgiendo una nueva Gaza no sitiada.

17 de octubre, a las 11:46

¡Han muerto niños que aún no habían pronunciado sus nombres!

18 de octubre, a las 21:17

Si morimos, sepa que estábamos dispuestos y firmes, y díganos que somos personas con un derecho legítimo.

Estos mensajes* fechados fueron escritos por la poetisa palestina Hiba Abu Nada entre el 7 y el 20 de octubre de 2023, día en el que fue asesinada, junto a toda su familia, por los bombardeos del ejército israelí sobre su casa en Khan Yunis.

¡PAZLESTINA!

(*) Disponibles para su lectura en https://www.gazapassages.com/ y en el libro Ahora ven, poema de la Mesa por Palestina https://unalibreriavirtual.empretienda.com.ar/mesa-por-palestina/ahora-ven-poema-compilado-de-poetas-palestinas-version-digital

J. Ignacio ´Iñaki` Chaves G.

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